Una estancia excelente. Era un hotel maravilloso con habitaciones enormes. - La ubicación era fantástica, el Centro de convenciones estaba a poca distancia del hotel. - La cama era super cómoda, el baño grande. - Había una zona de estar, una mesa de trabajo y un radio en la habitación. - Desayunos maravillosos con cruasanes y pasteles. - Ofrecidos por un personal acogedor.

Puntos turísticos como Walnut Street Theatre estaban bastante cerca de este hotel. Hemos disfrutado de Morris House...

un lugar romántico con un personal muy complaciente y un wi-fi rápido. además, tiene una ubicación excelente y encantadora, cerca de la campana de la libertad. además, estaba en una zona maravillosa. me dieron una habitación bien abastecida y lo suficientemente espaciosa con un baño privado. el desayuno era maravilloso y la comida estaba buena.

Una habitación muy amplia y elegante con café, chimenea y té de cortesía.

Es una tipica casa historica de filadelfia en excelente estado, y arreglada con una calidez inolvidable. Ademas el personal se ofrecio en todo momento a ayudar en todo lo que necesitaba, e incluso ofreciendose cuando no le preguntabamos. Queriamos quedarnos en el hotel para disfrutarlo.

Es un hotel con encanto.La ubicación es perfecta, entre la parte antigua y la comercial,las distancias son cortas, se puede caminar perfectamente. Antigua casa victoriana con las habitaciones restauradas, buena cama y buenas almohadas, buen baño,las zonas comunes se ven algo más viejitas. El desayuno es sencillo, frutas, pan , dulces y cereales, café y te, se sirve en una mesa común, como un bed and breakfast. Tiene un jardín donde sirven te y pastas gratis por las tardes. Realmente es un hotel con encanto, clásico en el centro de la ciudad con trabajadores muy agradables. a partir de las 21:00 tienes que abrir tu la puerta con tu propia llave.Repetiría seguro.

No hay ascensor. Para personas con movilidad reducida puede ser complicado.

El desayuno era maravilloso, tenía muchas opciones y la comida estaba deliciosa. Nos encantó nuestra habitación, era enorme e impecable, con café, artículos de aseo y té de cortesía. La ubicación es maravillosa y fantástica, a una distancia moderada del Independence Hall.

Muy acogedor, realmente la casa parece del siglo 17. Arreglada con muy buen gusto mantiene rasgos históricos y un entorno familiar único. La habitación es amplia, limpia y confortable (la cama muy cómoda). Excelente servicio del personal. Excelente ubicación.

Podría mejorar el desayuno.

Que sea de época y tenga los muebles antiguos.

El establecimiento bien decorado, limpio y ubicado en el centro. El personal amable y atento.El edificio con encanto y muebles antiguos.Las habitaciones amplias y cómodas.

No puedo encontrar nada malo.

Es un hotel acogedor, muy bien decorado y conservado. Bien situado y con un ambiente muy agradable.

No tiene ascensor. Subir a pulso, dos pisos por escaleras estrechas, dos maletas de 23 kilos no es muy cómodo.

Comida deliciosa y la ubicación genial al lado de Independence Hall. Me gustó mucho la atención del mánager. ¡Un punto extra! 🌟

Buena ubicación en el centro histórico y bien comunicado. Personal atento y amable. El hotel es realmente un Bed & Breakfast al mas puro estilo clásico americano lo que le otorga la calided y el recogimiento de una casa mas que de un hotel. Habitación amplia, agradable y silenciosa.

La habitación tenía manchas en la pared de alguna humedad pasada y la gruesa moqueta necesitaba una limpieza mas a fondo. El desayuno aún siendo correcto y de buena calidad es algo escaso en su variedad. En algún punto de la casa se nota una leve vibración cuando circula el metro.

Me encantó hospedarme en este hotel boutique histórico. Está ubicado en una zona perfecta, a solo unos pasos de todos los lugares históricos de la ciudad. Las habitaciones eran espaciosas y cómodas, con una decoración exquisita que te transportaba en el tiempo. Además, el personal era muy amable y atento, brindando un excelente servicio. El desayuno, aunque con poca variedad, ofrecía productos de alta calidad. disfruté de las bebidas calientes y las galletas que ofrecían por la tarde. Sin duda, fue una experiencia maravillosa.

El único punto negativo fue que el baño era un poco antiguo, no estaba a la altura del resto del hotel.

Es una vieja mansion de principios del siglo 19 con mobiliario de época y que al menos en la habitación que estuvimos te da una sensación de autenticidad. Incluso hay una libreria en la habitación bastante grande.

No es que no nos haya gustado, pero quizás para estancias largas pueda hacerse incómodo. Dos, tres dias es lo más qeu recomendaría.